martes, 4 de septiembre de 2007

Para abrir boca…

Pese a los posibles resultados, -esperando que los mostrados hasta hoy no llegasen a ser los definitivos-, el tema de la ubicación y las estrategias para abordar la Villa Panamericana son de real trascendencia en la vida urbana de la zona metropolitana de Guadalajara.
Es la “oportunidad” perfecta para salvar una ciudad o bien dar pauta a un futuro de rotundo fracaso en estrategias de rehabilitación de la zona centro; entendido que el centro funge, como una articulación primaria entre los tres municipios que circundan al municipio tapatío. Por lo tanto las soluciones planteadas tienen que ir en correspondencia directa a la preservación de la identidad de una Guadalajara extensa y contrastante.
Ubicar la Villa Panamericana en la zona centro es una apuesta aplaudida por muchos, pero si vamos más a fondo, podríamos entender todo lo que una intervención de esta magnitud implica. No se trata de embellecer una zona en deterioro creando una especie de necrofilia urbana, -véase el ejemplo de las nueve esquinas- ni resolver fetiches cosmopolitas, producto de una mercadotecnia pelele. Con seguridad podríamos decir que nuestros planificadores urbanos lo comprenden, pero no cumplen con explicarnos los riesgos; ése es el verdadero reto a cumplir.
No sólo está en juego la imagen y la reputación de nuestra ciudad, sino la habilidad, y credibilidad de nuestro aparato gubernamental; hoy deben hacer mejor que nunca un sobresaliente esfuerzo para aprovechar magníficas coyunturas como estas. El cambio no sólo se resume en unos edificios, si no en una nueva forma de comprender la verdadera problemática de la ciudad, y plantear un proyecto capaz de salvar no sólo una pequeña zona, sino insertar en el tejido urbano una real estrategia de permuta.
Pero hasta hoy, -tras estos poderosos brotes de mal entendida prosperidad- sólo podemos ver que la supuesta y novedosa habilidad de negociación de nuevo es rebasada por intereses políticos, personales, económicos, que no benefician a nuestra ciudad ni a quienes la sufrimos desde todos sus frentes. Transporte, seguridad, corrupción, vivienda.

Es hora de actuar y exigir claridad, detener la inutilidad de los políticos en cuyas manos están las decisiones. De no hacerlo así, no nos quedará más que fingir que vivimos en el mundo feliz, que nuestras viviendas son dignas, que nuestras calles no se inundan, que nuestro transporte es eficiente, que nuestras autoridades no son corruptas, que Guadalajara es la mejor opción.

Por nuestra parte no estamos dispuestos a mostrar esta cara falsa de auge cosmopolita, cuando no se realicen los cambios que en verdad hagan a Guadalajara una sede digna de unos Juegos Panamericanos.
Indigestión

LA VILLA PANAMERICANA EN GUADAJALARA: LA GRAN OPORTUNIDAD

Por: ARQ. JORGE DAVID VILLAGOMEZ FERNANDEZ
Académico del ITESO

Desde el origen de la ciudad moderna postindustrial y sus consecuentes problemas de crecimiento y envejecimiento, los proyectos de intervencion urbana -por llamarlos genéricamente- han sido una práctica comúnmente aplicada en las principales ciudades del mundo europeo y posteriormente en las americanas con diferentes propósitos, razones u objetivos -aunque no necesariamente los declarados inicialmente-; pero como rasgo común, han sido defindidos por razones de “utilidad publica y en beneficio de la comunidad” (asi en genérico)-. En función de su especificidad podemos citar los llamados proyectos de regeneración urbana, de conservación, de redensificación, de imagen urbana y otros más atendiendo a una extensa lista de propósitos coyunturales según la época y circunstancias que los motivaron.

De manera pues que la estrategia de intervenir la estructura urbana desde el gobierno local por diversas razones no es novedosa en la historia de la ciudad moderna y tampoco que las autoridades de países en desarrollo repliquen esta estrategias en sus ciudades, aunque en ocasiones burda y desafortunadamente, pocas veces con éxito, todo ello en búsqueda de un “modelo urbano deseable” (aquí cabe preguntar: “deseable por quién y para quién?”). Ahora le “toca” a Guadalajara con motivo de los Juegos Panamericanos.

El punto central a analizar es la elección del sitio donde se pretende hacer dicha intervención y sobre todo los argumentos y las formas con que las se pretenda convencer de sus beneficios económicos y sociales. Evidentemente no son lo mismo zonas centrales, consolidadas e históricas que áreas nuevas y despobladas. La diferencia en cuanto a la magnitud y costo de las acciones urbanas: expropiación, demolición, reconstrucción, modificación de la estructura vial y un largo etcétera, marcan una gran diferencia en cuanto al volumen y costo económico a invertir; pero no todo se reduce a la cuestión económica y técnica ya que además se afectan los derechos de propietarios y usuarios que en la mayoría de los casos tienen varios años, si no es que generaciones, de vivir ahí y hoy bajo el pretexto del compromiso de los juegos panamericanos, autoridades y sus equipos técnicos de abogados, urbanistas y arquitectos, han “elegido” la zona de conocido y antiguo parque central como la zona mas apta; por tanto, y debido a éste criterio y circunstancias ajenas a ellos -ya que los vecinos no decidieron asumir la responsabilidad de los juegos y mucho menos la elección de la zona de intervención-, se ven ahora amenazados en cuanto a su rumbo y modo de vida futura se refiere.

Las preguntas son muchas para desarrollarlas en este espacio, pero lo mas significativo es que las autoridades actuales locales tienen una excelente oportunidad para mostrar la suficiente madurez política para hacer de un proyecto puntual un proyecto de participación social, sin imponer criterios legales y técnicos ante una comunidad que tiene derechos adquiridos por generaciones y que no necesariamente se resarcen con pagos económicos. Muchas de ellos, al ceder, perderán espacio vital privado y público, tiempo de traslado de sus nuevas viviendas a sus centros de trabajo, de educación, de salud, de recreación, etc., así como sus vínculos sociales y su historia personal en el sitio, además de que la ciudad puede perder valiosos espacios urbanos de importancia histórica y simbólica por supresión o alteración de áreas privadas y públicas. Recordemos una vez mas que Guadalajara ha perdido en razón de varias intervenciones la mayoría de su arquitectura de los siglos pasados.

Por otra parte, derivado de los altos costos económicos de la intervención y su necesaria recuperación, es posible que en el mejor de los casos, otros grupos sociales con mayor capacidad económica pudieran llegar a ocupar el sitio. Hay que subrayar: en el mejor de los casos, porque en este momento no hay quien garantice que las áreas centrales sean atractivas como zonas de vivienda a pesar de todas las posibles ventajas que un análisis simple y teórico sugiriera (análisis por cierto pendiente de realizar para los funcionarios técnicos que para eso están o deberían estar). El hecho concreto y evidente es que la gente esta abandonando el centro de Guadalajara como zona preferentemente habitacional e insistir en revertirlo éste fenómeno sin mas argumentos que los técnicos, económicos y políticos son una gran riesgo para el resto de la comunidad porque no queda claro, cuando menos, para quien escribe, de donde provendrán los recursos económicos para realizar dicha intervención. Si se piensa una vez más que será por medio de endeudar a la comunidad general de la ciudad seria, desde mi punto de vista, un despropósito e irresponsabilidad histórica de quien(es) lo autoricen. Una deuda publica más, inequitativa e injusta para el resto de la ciudadanía que poco o nada tiene que ver con el proyecto. La ciudad actualmente tienen enormes problemas de funcionamiento, de vialidad y transporte, de servicios en general, como para obligarla a cargar con una deuda publica considerable y condenarla a invertir sus próximos años en pagar una inversión mal redituada y socialmente no compartida. Los ejemplos abundan, en esta ciudad donde tenemos experiencias de proyectos similares parcial o totalmente fallidos, la Plaza Tapatía nunca floreció como proyecto de inversión, la céntrica Plaza de los Marichis se encuentra abandonada y sucia como siempre a pesar de los diversos intentos de “revitalización turística”, etc.

Desafortunadamente es una decisión que puede ser tomada en desigualdad de fuerzas en el sentido de que por un lado la autoridad tiene toda la infraestructura institucional legal y técnica para tratar de llevar a cabo el proyecto, a diferencia de la parte social generalmente desorganizada, sin recursos de tiempo y dinero suficientes para asesorarse oportuna legal y económicamente ante las consecuencias que les aporte dicho proyecto. Sin duda, un “diálogo” desigual, las fuerzas difícilmente llegarán a estar en condiciones de equidad. Precisamente por ello el llamado a la autoridad para que asuma su máxima responsabilidad ética y moral que le da la representatividad social para velar, vigilar, proteger el patrimonio de la comunidad antes los intereses puntuales y particulares de unos cuantos.

El platón

Por: Paola Reyes

En este número el platón se realizó a dos personas propietarios de la famosa Nevería Jalisco. Dos Jóvenes que forman parte de la tercera generación que lleva más de 80 años administrando este cada vez menos concurrido “típico” lugar de nuestra perla tapatía.

La Neveria Jalisco se encuentra justo en el corazón del parque Morelos, por tanto en la mirada de las polémicas Villas Panamericanas. Habrá que ver si este proyecto busca reactivar el centro en forma estratégica o simplemente es un “MELOX” más para desinflamar temporalmente la indigestión y acidez de esta zona rezagada por el paso del tiempo.

El platón de:

Samuel Mora (S) / Yahir Mora (Y)

Bajo el supuesto de que las villas Panamericanas se lleven acabo en este lugar…

  • ¿A qué saben las nieves después de las Villas Panamericanas?

S: A gloria

Y: A limpio, a renovación a “siglo XXI”

  • ¿Cómo creen que sienta la historia dado el caso de las Villas Panamericanas?

Y: A sangre nueva, rejuvenecido. Se va a sentir como si hubiera tomado unas vitaminas. Obviamente como cualquier cirugía estética van a quedarle algún tipo de cicatrices. Pero creo que después de que baje la inflamación se va a ver y sentir mucho mejor.

  • ¿Cómo se ve su negocio dado el caso de las Villas Panamericanas?

S: Renovado y Moderno

Y: Vamos a hacerlo un poco mejor, administrado mucho mejor en la infraestructura y como estilo “Americano”

  • ¿A qué huele el ambiente en general de los habitantes de la zona en torno a este proyecto?

S: Mal, muy mal, todos los habitantes de aquí no lo quieren, nosotros estamos a favor del proyecto.

Y: Bueno es un olor un poco fétido pero es como cuando lavas el baño empiezan a salir los malos olores pero al final queda el olor a limpio.

  • ¿A qué les suena cuando les decimos reactivación del centro de Guadalajara?

S: Levantamientos de los comercios. Seguridad en la zona… turismo.

Y: Levantamiento del centro, es que la gente de escuelas como ITESO, Tec, Univa y todos los estudiantes vengan al centro y conozcan y valoren el centro, como en Europa que es muy cotizado. Aquí también va subir la economía se abren más locales, más plusvalía, la limpieza mucho mejor en el centro, vamos a dejar las plazas grandes fuera.

  • ¿Como se siente una indigestión política?

Samuel y Yahir: Se siente lo de una indigestión normal ¿no?, te sientes inflamado te sientes muy mal, te dan ganas hasta de vomitar pero yo creo que hay cura para todo esto. Dentro de esta zona una indigestión política se siente obviamente mucha ignorancia es como cuando te comes algo que nunca haz probado y que tu sientes que te esta cayendo mal pero la verdad es que desconoces que tiene y a lo mejor te esta haciendo bien y eso que sientes no es precisamente una indigestión si no es otra cosa que te va ayudar a largo plazo.

TÉ DE RUDA

Panamericanos…Jugar a la política

Por: Paloma Robles

Los Juegos Panamericanos de Guadalajara se celebrarán del 13 al 30 de octubre de 2011 y serán organizados para que sean una fiesta de América en todos los sentidos, así lo aseguró Carlos Andrade Garín, presidente del Comité organizador hasta hace algunas semanas, antes de que se nombrara al presidente municipal de Guadalajara Alfonso Petersen como titular de éste comité. Ésta fue una de las primeras informaciones oficiales en torno al evento a realizarse en los próximos años (Donde el PAN ha de consolidar el capital social y político suficiente para presentarse victoriosos en las elecciones de 2012). Pequeños datos que con el curso de los días, se han tornado confusos, difíciles, controversiales. Nadie desdeña la importancia de un suceso de dicha magnitud. La “vox populi” califica el hecho y apunta el adjetivo “gran posibiidad” como efecto redentorio, a una larga lista de rezagos locales a superar en esta gran coyuntura.
El municipio tapatío en sus afanes de innovación, ha optado por brindar a los habitantes colindantes al Parque Morelos un improvisado proyecto de desarrollo urbano. Valiéndose de la famosa coyuntura, el municipio pretende reactivar una zona edificando inmuebles habitacionales e invita a la ciudadanía a participar desde un esquema donde la colaboración, se reduce a la burda negociación -a titulo de propiedad- de su patrimonio, ofreciendo una cantidad “exorbitante” de dinero, lo correspondiente a tres veces más del monto comercial de las viviendas. Orillando a los habitantes de la zona a decidir bajo una amenaza silenciosa tipo profeta Zhenli “copelas o cuello”. Dejando asomar la perniciosa nube de la expropiación.
Las actividades del municipio concebidas desde el sigilo, han evidenciado la poca información procurada. Y es que a dos meses de cumplir el plazo establecido por la ODEPA todavía muchos de los vecinos desconocen del proyecto y no han sido visitados por el ayuntamiento.


La incertidumbre en los objetivos nebulosos de dicha política pública, ponen en entredicho el rumbo de la misma y es que por un lado encontramos un municipio que constantemente anuncia la negativa de un plan B así como sus “exitosos avances” (invisibles a nuestro ojos) y por otro lado, una ciudadanía temerosa de negociar lo innegociable. ¿Qué opciones de desplazamiento ofrece el municipio que se equiparen con vivir dentro del primer cuadro de la ciudad?


Los ciudadanos aún no nos convencemos del cómo, no nos hemos apropiado de su proyecto. El municipio, no ha tenido la sensilbilidad para sustentar la importancia de un evento como éste y mucho menos eficiencia en la publicitación del proyecto post-deportivo de reavivar la zona centro por medio de viviendas que serán vendidas a un millón 200 mil pesos.
Así pues la virtuosa “participación” que sustenta nuestros bríos democráticos está siendo usada con el propósito de legitimizar los parcos actos administrativos del municipio. Que no nos asombre, que con tan ineficiente diligencia instituyan verticalmente la posición de expropiar -bajo pretexto de “utilidad pública”- motivada en la falta de cooperación de la ciudadanía. Y después vuelan a privatizar el espacio para poder comercializar los departamentos, jugando así con nuestras voluntades. Y a todo esto ¿Quién pagará la deuda?

El postre…gula informativa

  • El municipio propone:

*Comprar sus propiedades hasta el 300 por ciento de su valor comercial.

*Vender y recibir parte de las utilidades finales del proyecto.

*Canje por departamentos.

  • Todos los pagos serán en efectivo a partir de que inicien las negociaciones con vecinos, tardarán alrededor de un mes.
  • La comuna tapatía invertiría alrededor de 250 millones de pesos, para obtener la totalidad de los espacios que se requieren para el proyecto.
  • Se creará un fideicomiso público, en el que se buscará obtener una línea de crédito a través una institución bancaria.
  • Los costos y la construcción de la villa correrán a cargo de los empresarios interesados en el proyecto.
    _________
  • De 14 a 20 hectáreas, requisito mínimo para llevar a cabo la construcción de la Villa Panamericana.

  • Se necesitan 110 predios para la construcción. Un similar número de familias tendrían que vender sus propiedades. Alrededor de 70 vecinos e inquilinos se han manifestado en contra de las ventas de sus casas en repetidas ocasiones esta semana.
  • Los terrenos serán licitados a constructores interesados en llevar a cabo la Villa y posteriormente se buscará su comercialización, con lo cual, el ayuntamiento pagaría de manera inmediata el crédito obtenido.

La lombriz… si tu sientes que te pica la colita…

¿Quién pagará la deuda?

¿Quién realizó el proyecto arquitectónico que se presentó Río de Janeiro?

¿Hacia qué tipo de mercado está dirigido, la posible venta de los inmuebles?

¿Derecho de expropiación?

Por: Ana Petersen

La idea, por demás descartada, de construir la Villa Panamericana en el Parque Agua Azul me parecía insólita, principalmente porque se perdería una reserva natural importantísima para la ciudad. La sola intención de tener dentro de un parque, una formal urbanización, donde el concreto y la plaga de Starbucks, Oxxos y demás cadenas es terrible, además de la cuantiosa atracción de gente que estos espacios aportan de manera masiva y que sólo destruyen la autenticidad de la urbe. Elementos que me hacen reafirmar lo absurda de esta solución.
La invasión gubernamental a la propiedad privada, como es el caso del Parque Morelos, tiene un trasfondo similar. Ambos casos son irrupción de hogares, ya sea para animales en el caso del Agua Azul, o de personas, en el caso del Parque Morelos.
La única diferencia, es que a las personas se les pagaría una indemnización aparentemente un poco mejor que justa y no se les está obligando a dejar sus casas, por lo pronto.
No concuerdo con algunas opiniones que dicen que se debería hacer una expropiación formal y obligar a la gente a abandonar sus hogares, si no todo lo contrario. Coincido con que tiene que haber un entendimiento mutuo, un contrato justo, entre gobierno y ciudadanía; después de todo, eso es política.

La incógnita reside en que, llegado el momento de tomar una decisión, ¿El gobierno seguirá con su postura “blanda”, o recurrirá a ejercer su derecho de expropiación?
Lo que queda claro es que por más plusvalía que se dará a la zona, y por más jugosas las ofertas de la compra de las casas por parte del Ayuntamiento, ¿Cuántos de nosotros estaríamos dispuestos a abandonar nuestro hogar, nuestro hábitat, a petición, y con cierta obligación tácita, de una causa un poco ajena a la mayoría de nosotros?

De los Juegos Panamericanos

Por: Carlos E. Quintero Castellanos

Guadalajara será sede de los Juegos Panamericanos. Bastantes funcionarios y políticos electos, se suponen involucrados en la consecución del evento. Con recursos tangibles e intangibles, visión, mandatos legales y compromisos políticos han respondido al reto que le significa a la Ciudad de Guadalajara el llevar a buen término este evento. ¿Han respondido? Pienso que no. Sería fácil argumentar de forma contrafactual: No se han hecho tales o cuales acciones que señalen una Guadalajara preparada a recibir los Juegos. Prefiero, con los riesgos que conlleva, hacer un breve análisis sobre los problemas a que se enfrentará esta Leal Ciudad en el 2011.
La infraestructura deportiva no soporta los requerimientos que el catálogo de actividades deportivas necesita. No creo que el Jalisco, tal como está, sea un escenario digno dado su diseño para competencias de atletismo.

La infraestructura vial no soporta aforos masivos en estos momentos; la tendencia en aumento del parque vial se sostendrá. ¿Cómo podrán moverse la cantidad de visitantes en Guadalajara en esas semanas?
La infraestructura de servicios se encuentra en franco deterioro en estos momentos: apenas se dan los bienes mínimos, de cualquier orden, para la población actual. Creo que nos sentiríamos sumamente apenados si la delegación brasileña es asaltada, la venezolana no tenga agua en sus habitaciones o la de argentina vea un montón de basura apilándose cuando tomen su transporte.
Estos son problemas mínimos, resueltos de forma relativamente sencilla por otras Ciudades sedes. Londres, para Juegos Olímpicos ya lleva avances serios en lo referente a la organización, a un año Pekín ya promociona sus instalaciones. Barcelona se reconfiguró con sus Juegos. ¿En Guadalajara tenemos una visión de rancho? ¿Una gestión banquetera? ¿Una clase política tan corta? No lo sé, pero ¿saben? En el 2011 no estaré en Guadalajara, me evitaré la vergüenza de lo que, parece, serán los Juegos Panamericanos peor organizados. Espero que los tapatíos dimensionemos la importancia y oportunidad que son los Juegos.