Por Paola Reyes
Con 18 años de edad, este hondureño es el más chico de una familia de seis hermanos. Su madre murió cuando él tenía tres años, fue criado por sus hermanos.
No recuerda a qué grado de educación llegó pues dice que fue hace mucho tiempo; aún así recuerda su primer trabajo, a los 8 años, como chapeador de fincas.
Es el primero de su familia que intenta hacer el trayecto hasta Estados Unidos. Salió de su pueblo hace dos meses sin avisar en casa, por el peso que tenía por sus familiares, es decir “que se sintieran preocupados”. Sólo mencionó que iba a Copán unos días y ahora se encuentra en Guadalajara, lejos todavía de la frontera norte.
No recuerda a qué grado de educación llegó pues dice que fue hace mucho tiempo; aún así recuerda su primer trabajo, a los 8 años, como chapeador de fincas.
Es el primero de su familia que intenta hacer el trayecto hasta Estados Unidos. Salió de su pueblo hace dos meses sin avisar en casa, por el peso que tenía por sus familiares, es decir “que se sintieran preocupados”. Sólo mencionó que iba a Copán unos días y ahora se encuentra en Guadalajara, lejos todavía de la frontera norte.
¿Cuál es tu nombre?
José Samuel es del Departamento de Lempira en Honduras.
¿Hace cuánto tiempo que saliste de tu ciudad?
Llevo dos meses ya en el camino.¿Por qué llegaste a Guadalajara?
Así le dio la suerte. Vengo despacio, trabajando, para llegar bien. Llevo dos días en Guadalajara.
¿Dónde has trabajado?
Sí, trabajé en Tapachula. Trabajé yo de peón, trabajé de ayudante, a cargar trailers de camarones.
Durante el trayecto que llevas, ¿has llegado a alguna casa de migrantes o a un lugar donde brinden ayuda?
Sí, en Arriaga (Chiapas) me recibieron bien, estuve durmiendo dos noches. Los cuatro días que estuve en Arriaga estuve trabajando.
¿Tienes hijos o eres casado?
No, soltero.
¿Alguien te espera en EE.UU.?
Nadie. Soy el primero de mi familia que se va para allá; somos seis hermanos, yo soy el más chico.
¿Por qué decidiste aventarte al trayecto?
Es muy dura la situación en Honduras.
¿Has sido asaltado o agredido en tu trayecto por México?
No, aún no. Por la voluntad de Dios no.
¿Cuántos trenes has tomado? Si recuerdas...
Llevo siete trenes ya.
¿Has pensando en México como lugar de estancia y no de paso?
Sí, está muy bien aquí, pero yo quiero ver cómo me va la suerte más adelante en Estados Unidos.
¿Aquí en Guadalajara no sabes acerca de algún lugar donde puedas recibir ayuda?
No, ninguno.
¿Has escuchado hablar del muro que se está construyendo en la frontera norte?
No, no sé.
¿Sabías las dificultades del camino?
Si, yo sé que es duro, pero yo sé que primero Dios voy a lograr cruzar.
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