jueves, 15 de noviembre de 2007

Relexión sobre la movilidad

por Patricia "Karenina" Casarín

Una necesidad colectiva despierta el movimiento de mentes inquietas ¿qué hacer? ¿Hacia donde dedicar el trabajo por nuestra ciudad cuando algunas acciones del pasado no acertaron para un efectivo presente? Hay que dialogar, estimular propuestas, unificar intereses,; cambiar de modelos actuales. Difícil.

Guadalajara vive enferma por la polución en sus aires, el olor a rosas se perdió en los pasos a desnivel y los habitantes bicicleteros de los cincuenta fueron incitados al olvido por el aire de la velocidad motorizada. Esta es nuestra ciudad y como otras en Latinoamérica presentamos problemas para acertar en una movilidad sustentable que priorice al peatón y no al vehículo de motor.

Tal es el caso de Guatemala que aunque sólo el 23% de los viajes se realizan en automóvil particular, este modo de transporte ocupa el 76% del espacio disponible sobre las vías públicas. Por su parte, el transporte colectivo realiza el 68% de los viajes dentro del área, utiliza únicamente el 22% del espacio de las calles. Esto es un fenómeno al que los expertos llaman inequidad modal, pues la mayor cantidad de los recursos en espacio público son utilizados de manera ineficiente para transportar a la minoría de la población. ¿Has recordado una experiencia reciente? Yo si.

Mientras que alrededor de 2 millones de tapatíos se verán afectados por una tarifa de cambio de placas absurda, los otros 7 millones que no tenemos automóvil nos hemos visto afectados desde hace varios decenios por la ineficiente organización en el transporte público y vías alternas de movilidad.

Cada vez que es “necesario” ajustar la tarifa del transporte público por un lado, la población y las autoridades sólo están dispuestas a un aumento de tarifa si se mejora el sistema, y por otro, los operadores sólo están dispuestos a una mejora del sistema si se aumenta la tarifa.

Cualquier propuesta de reestructuración del sistema que pretenda resolver de fondo el problema, debe incluir una estrategia de cómo romper este círculo vicioso. En Guayaquil ya han reflexionado esto y han “proyectado” el reordenamiento del sistema de transporte público y privado. Un gran reto.

Todos somos peatones, desarrollamos esta urbe y somos los causantes de su decaída. ¿Nos hemos preguntado en donde esta la eficiencia y la equidad en nuestra movilidad urbana de Guadalajara? Inmovilización del 70% de la población a partir de las 10:30 de la noche, choferes de transporte cansados por hora extras con un sueldo bajo que no contribuye a la disminución del estress generado durante el trabajo en un asiento incómodo, peatones obstruyendo vías de automóviles para señalar parada al siguiente transporte para que “ahora si, me vea y no se me vaya”.

Las decisiones sobre la movilidad urbana tienen que abarcar a la mayoría de los habitantes. En Medellín lo han puesto en práctica pues usuarios del transporte público y los peatones ocupan el primer lugar en la movilidad con políticas de transporte orientadas a la necesidad de andenes y áreas verdes.

Aporto otra razón para disminuir el tránsito sin viaductos como el de López Mateos:

Para transportar a una persona en automóvil privado se requiere, en promedio, de 100 m2 de espacio vial, mientras que para transportar a la misma persona en un sistema de camiones, se requiere únicamente de 20 m2

Aterrizando en nuestro país sobre acciones en movilidad urbana, en León Guanajuato con apoyos “políticos” se facilitó la construcción de las rutas troncales de transporte público, con 52 autobuses articulados y 500 autobuses tradicionales en rutas auxiliares y alimentadoras. Este proyecto le costó al municipio de León y al Estado de Guanajuato 22 mil 700 dólares (227 millones).

Un caso parecido en Santiago de Chile se trabajo el Plan Transantiago de camiones troncados con conexiones a las estaciones del metro (tren subterráneo), incorporado como recorrido troncal. Su diseño y ejecución está a cargo de diversos organismos estatales y cuenta con una inversión pública y privada que superará los 2.000 millones de dólares. En abril del 2006 se incorporan del orden vehicular 300 autobuses nuevos estandar Transantiago.

El transporte público es una iniciativa de calidad y no esfuerzo para el traslado de rutas largas en comparación de un vehiculo individual, pero reconocemos que existen más alternativas para una movilidad urbana: la bicicleta.

Las ciudades con más tasa de ciclistas del mundo son Tianjin, China 77 %; Bangladesh 40 %; Tokio, Japón 25 %; Moscú, Rusia 24 %; Delhi, India 22 %; Manhattan, Estados Unidos 8 %; Toronto, Canadá 3 %

Regresando a Colombia específicamente a Bogotá, nos encontramos con la Ciclovía más extensa de Latinoamérica, con 400 kilómetros. Pero para que Bogotá tenga la misma cantidad de ciclistas que las ciudades noreuropeas, hindúes o chinas, falta mucho trabajo. Positivamente el número de usuarios aumenta como mencionó Andrés Trujillo, encargado de la malla vial en el Instituto de Desarrollo Urbano: “Hemos ido de 0.3% a 4% de usuarios de bicicleta en tres años”.

Por los mismos horizontes hispanoamericanos pero orgullosamente nacionales, se encuentra el grupo ecologista denominado MOVILIDAD SUSTENTABLE que trabajó Alternativas al Segundo Piso y Distribuidores Viales. Este grupo documentó la importancia de situar al peatón en la prioridad para el efecto de un plan de movilidad como desincentivar el uso del automóvil y fomentar la caminata y el uso de la bicicleta Recibieron un millón de dólares de la Fundación Shell, por medio del Instituto para los Recursos Mundiales, para establecer el Centro de Transporte Sustentable de la Ciudad de México y crear las bases operativas e institucionales para el apoyo de proyectos en materia de transporte, energía y ambiente. Actualmente continúan en talleres que fomentan la educación de niños y la creación de ciclovías en la ciudad. Su asociación civil ahora tiene una incidencia nacional. (Por si gustan indagar en sus trabajos la página es ctsmexico.org)

Propuestas y acciones desde instituciones gubernamentales o del sector privado han apoyado el desarrollo de ciudades importantes como Madrid con sus 220 Km. de red de Metro que en 2005 lo situaban como el sexto lugar del mundo detrás de Londres, Nueva York, Tokio, Seúl y Moscú y el tercero en Europa. La línea Metrosur, última gran línea inaugurada en 2003, con una longitud de 40 Km. conecta entre sí los cinco mayores municipios del Sur de Madrid, dando servicio a una población de 900.000 habitantes.

A diferencias de otras ciudades europeas donde el uso de la bicicleta es un medio de transporte común, en Madrid y en la gran mayoría de las ciudades españolas, la bicicleta no es un medio de transporte habitual. Sin embargo, con la consecución de la segunda fase del Anillo Verde Ciclista, se han incorporado unos 35 kilómetros más a los 17,7 de los que consta la primera fase. Con esta segunda acción se acerca al objetivo de los 62 kilómetros de perímetro con los que contará el Anillo.

Relativamente el mundo avanza en acciones que, creemos y estamos dispuestos a afrontar, no son suficientes. Imaginar la vía central de Avenida Vallarta con transporte público troncal o kilómetros de ciclovías desde la Plaza tapatía hasta Chapala o del Museo de Zapopan al Parque agua azul son mis deseos inmediatos.

Ahora, reconociendo el interés desde Secretaría de Vialidad sobre un flujo directo a los confines más allá del periférico al sur con el viaducto y las soluciones tipo “parche” en el transporte público tales como aumentar la ruta del 629 al Cucba en vez de concluir como impropio el plan de rutas de antaño que aun seguimos utilizando, es una muy mala pesadilla que los funcionarios en Guadalajara han apoyado en su creación.

Mario Gaviria, Profesor de Sociología de la Universidad Pública de Navarra asegura que, cito:

“Hay que reeducar, sensibilizar y convencer en primer lugar a los urbanistas ingenieros y arquitectos que planifican el tráfico y el espacio urbano. En segundo lugar a los políticos que deciden. En tercer lugar, a los medios de comunicación de masas, y en cuarto lugar a la población en general, especialmente a los conductores de automóviles. Puede ser paradójico este orden de prioridades en cuanto a la persuasión de nuestra argumentación y a los pactos y alianzas posibles, pero la experiencia de los últimos veinte años nos muestra que la opinión pública está más sensibilizada que los técnicos y los funcionarios públicos”

Para una reflexión colectiva bajo distintas percepciones, intereses y propuestas necesitamos el diálogo entre ciudadanos, funcionarios públicos, empresas, instituciones, organizaciones…

Existen oportunidades de un cambio como URB-AL que es un programa de cooperación descentralizado de la Comisión Europea que cubre los principales ámbitos de las políticas urbanas.

Este proyecto se organiza bajo catorce temas, y uno de ellos es el “Control de la movilidad urbana”

Sus participantes son: Las COLECTIVIDADES LOCALES, es decir, las ciudades, aglomeraciones urbanas, provincias y regiones cuyas autoridades han sido elegidas democráticamente. Y las OTRAS ENTIDADES (miembros externos) que aunque no son colectividades locales, trabajan en o con el sector urbano. Por ejemplo : asociaciones, fundaciones, universidades, empresas, sindicatos, ONG.

Se agrupan a los participantes que desean cooperar juntos, se asegura la difusión de la información entre participantes y se organizan reuniones periódicas y reflexiones de conjunto sobre el tema correspondiente. El financiamiento aportado por este proyecto sería del 70% de los costos de la coordinación de la red con un límite de 500 euros. Los intercambios entre participantes del ámbito político, empresarial, ciudadano y profesional de experiencias nacionales como internacionales juegan el papel de una agrupación de intereses y propuestas que logren una mejoría de la ciudad con la interdisciplinariedad.

Las duraciones del programa son de máximo 5 años y el apoyo puede ser otorgado las veces que la organización entre el sector local sea oportuno para la formación internacional.

¿Quién se apunta? Por lo pronto esta será una de las propuestas que yo como joven ciudadana incluiré en las opciones de trabajo del colectivo donde diversidad de habitantes de Guadalajara nos hemos impulsado en aprender, sensibilizarnos y convencernos de que la libre circulación en Guadalajara debe ser incluyente, accesible y segura.

¿qué como un joven participa en procesos nacionales o internacionales, desconocidos y complejos? Con la motivación de afrontar la imperfección humana para formar su capacidad de un trabajo social. Uno tiene que activar su propia opinión concientizándose y Paulo Freire describe este proceso como el cambio de mentalidad que implica comprender realista y correctamente la ubicación de uno en la naturaleza y en la sociedad y como describe en uno de sus libros, este tipo de formación es “eminentemente problematizadora, fundamentalmente crítica y virtualmente liberadora” así que los invito a conocer más allá de lo que sabemos para activar libremente una opinión concientizada para el necesario beneficio colectivo.

Gracias.

1 comentario:

Alejandro Vargas dijo...

yo apoyo totalmente el uso del transporte público, porque le estamos apostando a un medio de transporte que nos dará un infarto.